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Monthly Archives: abril 2012

Este brico me parece interesante y muy útil, es uno de los métodos a usar en   coches que vienen al taller con los antirrobos mellados, muy apretados o simplemente sin la boca que los suelta por pérdida de los mismos.

Esta es la forma menos dañina para la llanta y el rodamiento de soltar el antirrobo, cuando no se puede con los extractores cónicos que funcionan a contrarosca o no se dispone de tiempo para pedir el recambio de la boca de antirrobo nueva.

Hace falta un taladro y por lo menos dos brocas, de 6 y 12 mm de diámetro, que tendremos que afilar unas cuantas veces durante el proceso, que puede alargarse durante horas.

Se trata de taladrar la cabeza del tornillo hasta debilitarlo tanto que se parta y se suelte sola, hay varios tipos de tornillos antirrobos, aqui pongo dos ejemplos:

  • Este es el primer tipo de tornillos, suelen venir montados de origen en Citröen, pero alguna otra marca también los monta, lo mas delicado son los agujeritos del tornillo que se van deformando por apretarlos con pistola de impacto, pero a veces se caen los pequeños cilindros de la boca de antirrobo, con lo cual puede pasar una de los dos casos o los dos a la vez.

Una foto de cómo se taladra el antirrobo.

Así se queda el trocito de tornillo que se puede soltar con la mano.

  • Este tipo de antirrobo es del estilo BMW de origen:

Este pequeño tetón es el que hay que quitar para empezar a taladrar, se hace golpeandolo con un martillo y un destornillador y girandolo hacia un lado y otro.

Esta vez lo que pasó fué que los tornillos venian tan apretados, que aún con ayuda de una llave de cruz y una barra soltaron todos menos uno que se partió y dejo un trocito, que afortunadamente salió de su ubicación con ayuda de un imán.

Empezamos por taladrar con una broca pequeña, en mi caso de 6mm, lo mas centrada posible para no dañar la rosca cuando lo hagamos con la de 12 ó 14mm dependiendo de el grosor del tornillo.

En este punto, ya queda poco y es cuando la broca se desafila por los exteriores a mayor velocidad, por que ya falta muy poco, es muy importante no taladrar a toda velocidad, por que la broca se «quema«, hay que hacerlo a baja velocidad o si el taladro no dispone de velocidad variable hacerlo a pequeños toques.

Esto es lo que queda cuando por fin se rompe y la llanta queda liberada.